Charlie Haden: Silence (1987, Soul Note)

El pasado 12 de julio nos dejó Charlie Haden, uno de esos artistas que podríamos clasificar como inquietos, siempre explorando nuevos caminos. Participó en el proyecto de Ornette Coleman The Shape of Jazz to Come, que diera origen al Free Jazz, creó su propio cuarteto en Los Ángeles, Charlie Haden West, con el piano de Alan Broadbent, el saxo de Ernie Watts, y el bajo de Larance Marable, y nos regaló muchísimas colaboraciones con músicos de primera línea: Lee Konitz, Brad Meldhau, Keith Jarrett, Pat Metheny, Gonazalo Rubalcaba o Egberto Gismonti…

Charlie Haden fue un luchador desde el principio. Su familia era una familia de músicos, que tenían su propia banda – la Haden Family Band – y contaban hasta con una emisora de radio propia, y en esa banda Charlie contribuía con su voz, pero un día la polio le dijo que no podría volver a cantar más, y lejos de resignarse y abandondar, comenzó a tocar el contrabajo. Murió el pasado 12 de julio con 76 años, después de una larga enfermedad.

El trabajo que he seleccionado se titula Silence, y me gusta especialmente porque en general es íntimo, reposado y muy descriptivo de su sonido. Grabado para el sello italiano Soul Note en 1987, nos presenta a un cuarteto formado por un Chet Baker al que solo le quedaban seis meses de vida, el piano del italiano Enrico Perianunzi y la batería de su incondicional Billy Higgins.

La línea de bajo de Charlie Haden parece un hilo conductor sobre el que se asientan las improvisaciones de cada uno. Está ahí permanentemente, salvo cuando toma el papel de protagonista en su propia improvisación.

Chet Baker moriría seis meses después, pero escuchándole no encuentro muchas señales de flaqueza y al contrario parece decidido a darlo todo, con sus característicos fraseos con notas largas, sostenidas y tan suyas.

Enrico Perianunzi es uno de los grandes de la prolífica escena italiana del Jazz y es también todo un placer escucharle. Y Billy Higgins a las baquetas, solvente como siempre, en perfecta armonía con el resto.

El repertorio de temas tiene dos caras. Los tres primeros son temas más íntimos, y además de Visa y Echi, destaco especialmente el que da título al álbum: Silence, quizá demasiado tenebroso al principio con un ambiente más bien fúnebre, pero que se va abriendo camino hacia la luz con la trompeta de Baker, todo muy delicado y con mucho espacio para cada nota y cada uno.

Los otros tres son tres clásicos y parecen cortados a la medida de Chet, como recordando al oyente que Baker es es Baker y que a pesar de su aspecto es capaz de interpretar una fabulosa versión de My Funny Valetine como en sus mejores momentos, o marcarse una versión de ‘Round About Midnight al más puro estilo de Miles Davis. El álbum cierra con Conception, con un tempo algo más rápido, dejándote con ganas de más.

Va por usted, maestro Haden. Ya no está entre nosotros, pero siempre nos quedará su música.

Charlie Haden: Silence (1987, Soul Note)

http://open.spotify.com/album/7a2GpkYLeVUdZcKeIzjvke

Charlie Haden - Silence (1987, Soul Note)

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